Desde que somos pequeños, en el colegio nos intentan
inculcar las costumbres canarias para no perderlas. Celebramos el día de
Canarias, hacemos desayunos con comidas típicas, aprendemos los diferentes
bailes canarios, nos vestimos con las ropas tradicionales y, siendo de esperar,
en la asignatura de Educación Física nos enseñan los juegos tradicionales
canarios.
A la mayoría, aprender estos juegos no nos resultaba nada
atractivo, pero cuando nos iniciábamos y cogíamos su esencia, entendíamos que
con el contacto corporal o un palo que, aparentemente no sirve para nada, se
puede pasar un buen rato.
El “salto del pastor” es el otro juego que más me llamaba
la atención y el que más nos solía gustar. El profesor nos colocaba los palos
gigantes en el patio del colegio apoyados en la pared cerca de un muro alargado
que utilizábamos para sentarnos a desayunar en el recreo. La primera vez nos
extrañó mucho que con eso se pudiera hacer algo, pero cuando vimos al profesor
mostrándonos un ejemplo todos queríamos probar. Era muy fácil, simplemente
teníamos que subirnos al muro, agarrar el palo con las dos manos, y apoyar su
punta de hierro en el suelo, y dejar caer el peso del cuerpo en el punto de
apoyo, impulsándonos hacia delante y saltando una distancia grande.
Antiguamente eran los pastores canarios los que utilizaban esta técnica a modo
de juego para retar a adversarios a ver quién saltaba desde más alto, o
simplemente poniéndose retos de diferentes características a ver quién los
superaba mejor.
Estos son únicamente dos del gran número de juegos característicos
de las Islas Canarias. Explicar estos y no otros se debe a que han sido los que
más me gustaron cuando me los enseñaron, pero he de decir que cada uno tiene su
punto, y que para poder elegir hay que conocerlos todos.
Muchos pueden pensar que estos juegos en desuso no sirven
para nada, pero más que simple juegos yo pienso que es una identidad cultural
que no debe desaparecer, y que se debe seguir enseñando para que al menos se
tenga conocimiento de su existencia.
No hay comentarios:
Publicar un comentario